domingo, 2 de septiembre de 2012

Quieta

Todos mis sentidos atentos en armonía con cada gota viva que cae sobre mi piel en cada espacio de mi espalda se siente ese ardor intenso, agónico que funda la cera ardiente a su paso  un gran eco de placer, siento con cada chispa como  fluye la sangre de mi Señor, mi Amo, mi Verdugo. Siento como mi cuerpo se descubre se mira a sí mismo, y reconoce y asume que su finalidad y su razón de existir es estar únicamente bajo el yugo de mi Señor, bajo sus designios.
Mi cuerpo quieto, adolorido y palpitante, se hace presente para satisfacer una vez más el sadismo de mi Dueño 

Laura de D' allair [{PDR}]

2 comentarios:

  1. Aún recuerdo tu cuerpo palpitante, tu espalda que se arqueaba a cada gota, el dolor que se apoderaba a oleadas de tu cuerpo penitente... tus ojos cerrados, apretados, intentando de cualquier forma soportar... aún lo recuerdo, puta, y sonrío al recordarlo, como aquella vez. Cómo cambió tu percepción de la cera después de eso, ¿no perra?...

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  2. Solo el amor sentido lo sella la inmensa entrega.

    Saludos y mis respetos a tu Señor.

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