Ser sumisa y vivir la condición claramente no es fácil, quién intenta vivir este camino lo sabe, más en pleno siglo XXI en donde a la mujer se le ha dado la tarea de hacerse autovalente, independiente y autónoma. Una época en donde ser mujer, te obliga a hacerte dueña de tu sexualidad, de tu vida, en donde no debes necesitar un hombre para ser feliz, un época en donde “la mujer cabrona”, es la protagonista. Intentemos decir en publico con amigas vainillas, “yo hago todo lo que mi hombre desea, yo no importo, yo vivo para sus caprichos”, resultado: un zapato por la cabeza (jajaj) .
En fin , pero aquí estamos sumisas en una era en donde la sumisión es un signo de debilidad, de baja autoestima y de cobardía.
Sin duda haber sido sumisa en el siglo XVII habría sido más fácil, el hombre sale a cazar la mujer cuida de su marido y de sus hijos, vives en medio de los bosques, en una casa de campo, y eres abusada y usada por tu hombre en el granero... mmmmm
Jaja fantasías?
Estamos en la época de las redes sociales, del fetish, del látex, de los tacones, de la magic wand, nuestra época nos ofrece un sin fin de posibilidades para disfrutar juegos BDSM, conocer gente con las mismas afinidades, acceder a información etc,etc, etc... pese a todo esto, es mi parecer que las sumisas somos cada vez menos, (recalco es mi parecer, si no piensa lo mismo perfecto, aproveche y me presenta alguna) y es lógico ¿cómo declararte sumisa en una sociedad, donde serlo es signo casi de involución?
Y en este punto es en donde reflexiono, y comparto con ustedes mi experiencia; soy una sumisa hasta la médula, (lo que me han visto con la fusta en la mano, saben que es solo juego ja!) estudio, trabajo, tengo una vida, me valgo por mi misma, no dependo de nadie (al menos económicamente), y me he consagrado en cuerpo y alma a un hombre.
Y cada vez tengo menos miedo en declararlo públicamente. Hace unos días una colega, me dice: “me carga el posesivo “mi señora, mi mujer”, y le respondí: -a mi me encanta, saber que le pertenezco a alguien me fascina-, y me responde: “o.O ah! “
No confundamos sumisión y entrega con falta de autoestima y determinación, no es que no sea capaz de hacer nada con mi vida y deba pedirle a alguien que me la maneje, no es eso, no debe ser eso!! optamos libremente a entregarnos en voluntad a quién creemos que puede hacernos mejores personas, hacernos crecer, educarnos, a ayudarnos a equilibrar de mejor forma nuestra vida. Pero seguimos siendo dueña de ella, somos libres en nuestras propias cadenas, y somos valiosas muy valiosas al aceptar nuestra condición e intentar vivirla.
El otro día leí un comentario, que decía: "por eso yo prefiero no ser sumisa, cuando uno queda solo, queda a la deriva"... wtf??... ser sumisa no se elige se siente, y cuando asumes lo que sientes y eres, lo vives valientemente en pleno siglo XXI.
Laura de D` allair [{PDR}]